Vestido de explorador salgo a una nueva aventura diaria en tu búsqueda, siempre te espero en el mismo sitio, en la misma posición y mirando a través del mismo vidrio todos los días, las 24 horas del día esperando volver a encontrarme contigo, pues siempre he sido tuyo desde que nací. Y hoy en el día de la amistad el destino nos ha reunido, me miras y tu sonrisa me ilumina de vida nuevamente, me escoges y me guardas en la mejor bolsa adornada por mis fotos y las fotos de mis amigos. Lo primero que haces es abrazarme intensamente haciendo que muchos quisieran estar en mi posición en ese momento, pero no, yo soy para ti y para nadie más, me miras nuevamente, me acaricias, me haces volar agarrado de mis manos, y empieza mi vida a tener sentido.
Al salir de mi cubículo de espera sales a buscar un Taxi para salir a una disco a bailar, pero no encuentras un solo Taxi, y es que es realmente muy tarde (11:30 pm), pero no importa dices, solo sientes cierto temor por lo oscuro de la zona, así que sales a caminar buscando Taxi y ocurre que se te presenta una ‘extraña’ pidiéndote una limosna, te sientes asustada y no respondes, es ahí que me arrancan de ti y gritas sin parar, la ladrona corre por una calle oscura pero tú no te quedas atrás, sales atrás de ella para recuperar lo que es tuyo por destino, la ladrona llega a correr una cuadra cuando de pronto se tropieza y me deja caer, tal vez lo hizo a propósito no sabremos, de repente al verme dentro de la bolsa supuso que no tendría valor, pero para ti si tengo mucho valor, es así que llegas a recuperarme y te alegras hasta las lagrimas, tanto así que juras no separarte de mí ni para dormir.
Me pones de nombre Pepe, en honor al amigo que te ofreció a mí de regalo, le das un beso de agradecimiento y un abrazo, el se siente contento del regalo, pero yo como peluche también tengo sentimientos, y en este caso represento los de Pepe que en cierta forma soy yo mismo. Yo al que el destino quiso robar con largos periodos de ausencia, carreras de tensiones, caídas en la salud y en la vida, pero que como todo en el tiempo se cura, o como todo en el universo no hay tiempo, solo espacio y materia en constante movimiento, y ese espacio lo represento yo a tu lado esta noche, en tu cama, al lado de ti y tu almohada, con tus besitos en la mañana y tus caricias sinceras para ponerme a buen recaudo en tu velador, a veces me peinas, a veces me das una palmadita regañándome por travieso, pero igual me gusta, me gusta verte toda en piel, eres realmente hermosa, se que te merezco y tu a mi, tus sobrinas me quieren agarrar pero tú nos las dejas pues soy como tu hijo, tu primer hijo, así sea yo de tela, algodón, amarillo y rojo, igual me tratas como tu primogénito, el hijo de una amistad verdadera que parece destinada a eso para toda la vida.
Son las 9 am del Lunes y luego de una madrugada agitada en la discoteca recibes un sms: “¿Qué tal pasaste la noche con Pepe?”, ahí recuerdas que más tarde lo debes llamar, pero esa ya es otra historia.